¿Se pueden evitar algunos trastornos y disfunciones juveniles? ¡Sí!

¿Qué podemos hacer como padres para prevenir trastornos y conductas disfuncionales en la adolescencia de nuestros hijos? Debemos empezar la labor desde que son pequeños que es cuando se gesta el desarrollo moral y evitar comportamientos que afecten su autoestima. 

Por: Mosaico Medios

 

Se enseña más a los hijos mediante el ejemplo que mediante el consejo por lo que para tratar a niños y jóvenes puede ser necesario realizar mejoras en las relaciones familiares. Cuando recae en los hijos un conflicto, probablemente subyace en un tema de pareja, entonces es importante separarlo y hacerse cargo del problema. Es posible que sea importante una terapia de pareja cuando existe un ambiente de tensión entre los padres. 

Como padres, hay ciertas cosas que pueden disminuir tensión en los hijos como por ejemplo si van a tratar un tema que genera discrepancias y alzar la voz, deben buscar hacerlo en un sitio alejado de los hijos, o si durante una conversación ya uno empieza a exasperarse y el otro comienza a gritar, deben suspender hasta que puedan nuevamente hablar desde la razón y escuchar al otro. Tampoco debemos cargarlos con responsabilidades de la pareja que nos les corresponden como tomarlos como mediadores: “ve y dile a tu papá tal cosa”.

Es posible que los pequeños tengan predisposición heredada por medio de la crianza como tener adicciones o comportamientos inapropiados, pero si en el entorno familiar hay humillaciones, omisiones, lo(a) ignoran, hay un ambiente tenso o de pelea entre los papás se afecta la autoestima y de ello parten otras disfunciones, no necesariamente tiene que haber presencia de violencia física. 

Los antecedentes para que un joven se acerque a actividades ilícitas abarcan: baja autoestima y síntomas tempranos de impulsividad, dependerá también de los valores que se practican en casa, el bombardeo de información que al que estén expuestos (como la actual oda al narcotráfico de las series), la normalización de la violencia, algunas cuestiones políticas o si tienen proximidad con narcomenudeo o pandillas. 

¿Cómo ayudar a los jóvenes a librar todo esto? 

Debemos empezar desde la niñez que es donde se gesta el desarrollo moral, es decir, la capacidad de diferenciar lo bueno y lo malo. Durante la adolescencia se cuestionan todas las reglas que se les dieron y se empieza a formar un juicio autónomo y propio. Cuando no tienen referentes claros, para ellos será igual robar que dispararle a alguien. Hay que brindarles otras opciones desde la infancia de todas las formas de conseguir aprobación, reconocimiento, dinero y apoyo. En la medida en que los niños se vinculen con factores de protección como el arte o el deporte, les permite desarrollarse y tener un criterio de referencia de que sí hacer y qué no. 

 

“Los niños que estén tocando un instrumento no estarán vendiendo drogas”.