La disfunción sexual tiene una gran variedad de posibles causantes, puede estar provocada por factores biológicos, sociales, culturales o psicológicos. Su tratamiento requiere hacer una exploración de todos los aspectos que tienen una posible incidencia pues el tratamiento es de forma individualizada.
Por: Mosaico Medios
El ciclo sexual, que consiste en deseo, excitación y orgasmo, puede estar alterado por completo o en una de sus etapas, y cualquier alteración en este ámbito está estrechamente relacionada con tu salud mental ya que las disfunciones sexuales afectan el vínculo afectivo de una pareja y provocan una baja autoestima repercutiendo así en tu salud mental. Aún cuando no se tiene una pareja pueden presentarse disfunciones pues surgen de forma individual. En ciertos casos, un trastorno mental puede ser su causante.
Las causas de estas alteraciones pueden ser de tipo psicológico, biológico, social o cultural. Dentro de las causas psicológicas, puede haber causas superficiales que es posible detectar de forma inmediata como el alcoholismo, el estrés, la angustia del desempeño, etc.; y puede haber causas profundas las cuales requieren una psicoterapia de corte psicoanalítico.
El estado de la relación de pareja también puede ser una causa, por ejemplo si se encuentra deteriorada. La represión social puede ser un factor para que no haya deseo sexual, excitación y orgasmo, sobre en el caso de las mujeres en ciertas circunstancias.
Pueden presentarse disfunciones sexuales selectivas, en las que está afectado el deseo con una persona en particular más no está afectada la excitación pues se puede ejercer su sexualidad de forma satisfactoria con otras personas.
Todas las causas psicológicas se pueden tratar con terapia sexual y un proceso psicoanalítico.
Hay otros casos en que las causas son físicas. La disfunción puede estar provocada por enfermedades como la diabetes que afecta la excitación pues daña los vasos sanguíneos por lo que puede provocar disfunción eréctil en los hombres.
La química cerebral y las hormonas son factores sumamente importantes en el deseo sexual, por ejemplo, puede haber falta de deseo cuando está baja la dopamina o por una disminución en la testosterona.
Algunos medicamentos como los antidepresivos, los antipsicóticos, ciertos medicamentos para la hipertensión, entre otros, también pueden impactar en el deseo sexual, sin embargo no podemos generalizar pues los efectos son individuales. Hay opciones que no generan estos efectos secundarios, por lo tanto, hay que encontrar el adecuado de forma personalizada.
En el caso de la mujeres, en la fase de excitación es frecuente la falta de lubricación posterior al parto, por falta de estrógenos o durante la menopausia lo que provoca que haya malestar durante la penetración a pesar de que sí haya excitación.
Es necesario hacer una exploración de todos los factores que pueden estar afectando y realizar una historia clínica completa para poder ofrecer un diagnóstico y ofrecer un tratamiento de forma individual.