Autismo y síndrome de Down: hablemos del aspecto social

Con los niños(as) de desarrollo atípico es muy importante que reciban una estimulación social adecuada para desarrollar su cognición social y, en otros casos, que reciban el tratamiento psiquiátrico pertinente para lograr la regulación emocional que les trae problemas sociales importantes. Sin embargo, cada caso es distinto y tiene requerimientos diferentes.

Por: Mosaico Medios

 

Los trastornos del espectro autista se encuentran dentro de un grupo llamado trastornos del neurodesarrollo, en los cuáles hay un problema de desarrollo cerebral pero con la edad los síntomas pueden ir disminuyendo, sin embargo aquellas personas que no son atendidas a tiempo desarrollan comorbilidades de otros trastornos psiquiátricos. No es cuestión de que mejoren los síntomas, sino de funcionalidad. Con el trastorno del espectro autista hay una alteración en el cerebro social, es decir, en las redes neuronales que se encargan de evaluar gestos, entender el sentido de las palabras, entender el sarcasmo, cómo deben saludar, cómo deben responder, etc. Todo esto sufre alteraciones. Así, si no recibe estimulación social de forma oportuna en los ambientes adecuados no se podrá desarrollar su sentido social, podrá ser una persona funcional en cuanto a trabajo pero a lo mejor no será funcional socialmente.

En el caso de síndrome de Down, al contrario del trastorno autista, la cognición social está preservada pero no tiene la capacidad intelectual para evaluar las situaciones, por lo que puede tener un interés social pero no comprende cómo relacionarse. 

Ambos casos son niños de desarrollo atípico que pertenecen a un grupo vulnerable (socialmente hablando) y pueden desarrollar otros trastornos psiquiátricos que pueden mermar su aprendizaje y su desarrollo social. En estos casos, se debe atender el trastorno por medio del modelo psiquiátrico que es un modelo químico que a través del medicamento modula conductas disruptivas, como las que puede haber en el trastorno del espectro autista. Aunque no todos los niños(as) lo necesitan, la regulación emocional es una característica biológica con la cual tienen problemas, son muy intensos y esto se debe modular a nivel biológico pues conlleva problemas en el aprendizaje, problemas en lo social y muchos otros.