Alcoholismo en la mujer

Aunque las adicciones no hacen diferencia de género, la ingesta de alcohol sí tiene causas y consecuencias distintas para hombres y mujeres. 

Por: Mosaico Medios

 

Es un hecho que las mujeres deben ingerir menos cantidad de alcohol que los hombres pues en ellas provoca mayor daño físico, la tolerancia al alcohol es menor en las mujeres y por lo tanto son mayores los riesgos para el sexo femenino, se absorbe con mayor dificultad debido a que es menor la cantidad de agua en el cuerpo de la mujer. Las porciones recomendadas son distintas para cada género: en hombres es de 3 a 4 porciones y en mujeres es de 2 a 3 por ocasión, después de esto el organismo ya tiene problemas en absorberlo. Además, es importante considerar para la frecuencia de su consumo que el tiempo que permanece el alcohol en la sangre es de hasta 28 días y el organismo va desarrollando tolerancia y dependencia orgánica. Las consecuencias físicas adversas aparecen más rápido y con más fuerza en las mujeres, además provoca resequedad de la piel, envejecimiento temprano y otras.   

El alcoholismo es una enfermedad generada por consumir en exceso y de forma prolongada, por lo que el tratamiento es igual en ambos géneros, sin embargo en el abordaje psicológico a nivel individual sí puede existir una diferencia en su tratamiento pues puede haber un enfoque de género relacionado con: la concepción que se tiene de ser mujer, no sentirse plena respecto a los roles sociales, conflictos de identidad, por mencionar algunos. La espiritualidad es otro factor que puede tener injerencia en el desarrollo psicosocial. 

Aunque el alcoholismo surge como un fenómeno masculino, en las mujeres ha habido un rápido crecimiento en la búsqueda de estar a la par de los hombres en cuestión de consumo, por la visualización social y otras causas que pueden incluir: no saber cómo enfrentar el sufrimiento, los duelos, la culpa, entre otras. Se puede llegar al alcoholismo por una necesidad emocional o un dolor en el que se considera a la bebida como un acompañamiento o un refugio. 

Qué se puede hacer desde casa para prevenir el alcoholismo en las adolescentes:

  • Principalmente hablar sobre éstas sustancias y su consumo, especialmente sobre sus daños y consecuencias para ellas. 
  • No dar alcohol en casa ni alentar a un menor de edad (como darles sidra a los pequeños en Navidad o probaditas de bebidas en comidas familiares). Lo ideal es que inicien su consumo lo más tarde posible o al menos hasta cumplir la mayoría de edad, pues el cerebro alcanza su completo desarrollo hasta los 24 años. 
  • Enseñarles que saber tomar no es el que aguanta más, sino estar satisfecho con tomar un par de copas y no llegar a los excesos. 
  • Ayudarlos a desarrollar habilidades sociales en talleres o cursos extracurriculares para mejorar su autoestima y superar sus inseguridades (teatro, danza, etc.).
  • Sobre todo, estar pendientes de sus vidas, acompañarlos en su cotidianidad y abrir canales de comunicación.