Si durante la etapa de crecimiento un pequeño cae en humillación o denigración por parte de su familia, esto marcará su autoestima y el concepto de sí mismo para el futuro. La violencia hacia los niños pasa desapercibida en muchos de los casos, por ello, es de suma importancia aprender a distinguir los distintos tipos de maltrato que pueden afectarlos de por vida.
Por: Mosaico Medios
La violencia hacia los niños pasa desapercibida en muchos de los casos pues hay tantos tipos de violencia que para identificar cada uno debemos clasificarlos y detectar que la mayoría de las ocasiones no se presenta un solo tipo de maltrato, sino que se mezclan dos o más. Comprendamos primero cuáles son las diferentes formas de violencia a temprana edad:
Maltrato físico: es el más evidente a simple vista y el más tangible. Es cuando se presentan en el niño(a) moretones, lesiones en la cabeza, fracturas, quemaduras, laceraciones y cortadas.
Maltrato emocional o psicológico: es una violencia menos evidente pero que deja un sinnúmero de heridas que afectan a la persona por mucho tiempo. Es común que los padres no se den cuenta de que están siendo violentos con su lenguaje, por ejemplo, cuando no le hablan con insultos a los hijos pero por otro lado los descalifican, esto provoca una pérdida de confianza y va afectándolo(a)s poco a poco, es posible que comiencen a presentar mucha timidez o síntomas de ansiedad como consecuencia. La negligencia es otra forma de violencia psicológica, puede presentarse en distintas formas como una falta de higiene, de nutrición adecuada o no ponerle las vacunas que le corresponden, por mencionar algunas.
Abuso sexual: es una forma de violencia que deja huellas tanto emocionales como físicas (daños por penetración y golpes) y a la larga puede provocar en quien recibió el abuso las mismas conductas abusivas hacia otros o conductas violentas.
El concepto de sí mismo se va desarrollando conforme vamos creciendo y empieza desde que somos pequeños, a lo que se le van sumando las actitudes de las personas que nos rodean, las cuales se van interiorizando. Si durante la etapa de crecimiento un pequeño cae en humillación o denigración, esto marcará su autoestima y el concepto de sí mismo para el futuro. La comunicación dentro de la familia también impactará en cómo el niño(a) resolverá las situaciones al ser adulto y es posible que normalice la violencia si ésta ha estado presente durante su desarrollo.
Un tema que angustia a muchos padres actualmente es la decisión de involucrar o no a los pequeños en las labores del hogar, sin embargo, el no darles deberes por querer protegerlos también dejará una huella negativa en ellos porque el concepto de sí mismos también involucra el sentirse útil y saberse capaz, aspectos que son muy importantes. La capacidad de elegir, actuar y resolver problemas se construye de menos a más, por lo que se les deben asignar deberes desde pequeños pero adecuados a su edad y a sus habilidades. Como padres debemos hacerlos sentir parte de la familia, dentro de la cual todos sus miembros aportan algo, incluyendo a los más pequeños.
La preocupación que tienen los padres por que sus hijos no se frustren o cuidar que no les pase nada, puede no permitirles crecer.