El fentanilo es un opiáceo sintético extremadamente potente que se usa para aliviar el dolor. Sin embargo, el uso y abuso de fentanilo también ha generado graves preocupaciones por su alta potencia y capacidad de crear adicción rápidamente. Descubre en este artículo qué es el fentanilo, cómo funciona y porqué produce tanta adicción.
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es una droga sintética que se produce en laboratorios y se vende principalmente en la forma de un polvo blanco. Se puede inhalar, inyectar o consumir oralmente. También se puede aplicar directamente a la piel o las membranas mucosas. El fentanilo es más potente que la heroína y otros opiáceos, y produce efectos similares a los de la morfina. La mayoría de las personas que usan fentanilo no lo hacen por placer, sino porque están buscando una manera de aliviar el dolor o experimentar una sensación de euforia. Sin embargo, el fentanilo también es extremadamente adictivo y su uso puede conducir a la dependencia física y mental.
¿Cómo actúa el fentanilo en el cerebro?
El fentanilo es un derivado de la morfina, una sustancia natural que se encuentra en la planta del opio. Al igual que la morfina, el fentanilo actúa en el cerebro para bloquear las señales de dolor. También aumenta la sensación de placer al activar los mismos receptores cerebrales que la cocaína y el éxtasis. Muchos comerciantes de estupefacientes se dedican a la mezcla del fentanilo con otras sustancias como el MDMA, cocaína y heroína, debido a que su efecto es mucho más rápido y barato. Esta práctica puede resultar muy peligrosa para aquellos consumidores que desconocen la presencia del fentanilo en la droga, ya que su cantidad es increíblemente letal Esto hace que sea extremadamente adictivo.
El fentanilo es cien veces más potente que la morfina, y diez veces más potente que la heroína. Esto significa que es necesario muy poco para producir un efecto significativo.
Debido a su potencia, el fentanilo es generalmente administrado por inyección o inhalación, y no se vende como un medicamento con receta.
¿Por qué produce tanta adicción?
Se ha utilizado como analgésico desde los años 1970 y es considerada 50-100 veces más potente que la morfina. Aunque el fentanilo está disponible en forma de parche, inyección, tableta y polvo, la mayoría de las muertes por sobredosis se deben a la inhalación o ingestión de polvo.
El Fentanilo produce adicción porque es extremadamente potente y está altamente disponible. La gente que usa fentanilo a menudo experimenta efectos secundarios graves, como dolores severos, náuseas y vómitos. La mayoría de las personas que usan fentanilo no lo hacen por placer, sino porque necesitan aliviar el dolor o calmar los nervios.
¿Cuáles son las consecuencias de la adicción al fentanilo?
El fentanilo es un potente analgésico opiáceo que se administra principalmente por vía intravenosa o intramuscular en hospitales. Aunque el fentanilo es muy eficaz para el alivio del dolor, tiene un alto potencial de abuso y dependencia. La adicción al fentanilo puede tener graves consecuencias, incluyendo la muerte.
Los síntomas de la adicción al fentanilo incluyen:
- Deseo constante por la droga
- Pensamientos obsesivos acerca de conseguir y usar el fentanilo, pedir dinero prestado o robar para conseguirla.
- Uso cada vez mayor de la droga para lograr el mismo efecto (tolerancia)
- Negación del problema a pesar de las consecuencias negativas en la vida personal, laboral o académica
- Incapacidad de controlar o reducir el consumo de la droga a pesar de los intentos repetidos
¿Cómo se trata la adicción al fentanilo?
La gente que usa fentanilo a menudo experimenta euforia, sedación y alucinaciones. El abuso del fentanilo puede conducir a la dependencia y, finalmente, a la sobredosis.
Según lo descrito por Retreat Behavioral Health, la mejor manera de tratar la adicción al fentanilo es con un programa de desintoxicación prescrito por un profesional médico especialista en adicciones. Estos programas deben ser tratados por un equipo miltidisciplinario de médicos psiquiatras en adicciones, psicólogos, y terapeutas, además de un apoyo farmacológico que usualmente comienzan con una dosis baja de fármacos que se disminuyen gradualmente durante semanas o meses hasta el cese completo del uso de opioides. Los medicamentos para trastornos relacionados con el uso de opioides, como el fentanilo, pueden ser seguros y eficaces para evitar la dependencia. La metadona, la buprenorfina y la naltrexona se unen a los receptores opioides del cerebro para aliviar los síntomas y minimizar el deseo de consumir.
A esto se le agrega la terapia psicológica que puede ayudar a las personas a cambiar su perspectiva y comportamiento sobre el consumo de drogas. Estas terapias incluyen: terapia cognitivo conductual, control de contingencias y entrevistas motivacionales.
Definitivamente el tratamiento también debe incluir terapia individual y grupal, y como se mencionó principalmente, medicamentos para minimizar los síntomas de abstinencia. La adicción al fentanilo no la puede controlar o salir de ella el que la padece, por lo que siempre se requiere entrar en un programa de control de adicciones.
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