¿Qué señales pueden indicar que mi niño necesita ayuda? ¿Qué pasa si mi hijo(a) requiere medicamento? Lamentablemente aún hay mucho estigma con respecto a la salud mental infantil, sobre todo con el miedo a medicar a los niños. Aquí te decimos por qué no hay que tenerle resistencia.
Por: Mosaico Medios
Como padres debemos observar muy atentamente a nuestros hijos ya que algunas situaciones que usualmente relacionamos con que “es momentáneo” o “a lo mejor está enfermo” pero que se vuelven recurrentes, son focos rojos a través de los cuáles encuentra el niño y su cuerpo intentan decir: “algo me pasa, necesito ayuda”. Por ejemplo cuando se quita las cejas, se arranca las uñas, se jala el cabello, se muerde los labios hasta lastimarse, no juega con sus compañeros, se balancea sobre sí mismo todo el tiempo, tiene pesadillas, se hace pipí en las noches o no tiene apetito, por mencionar algunas. Los maestros también pueden fungir como un factor de protección al detectar anormalidades y hacer el llamado a los padres para poder recurrir con un especialista que brinde la atención pertinente.
Lamentablemente aún hay mucho estigma con respecto a la salud mental y este estigma retrasa la atención a una persona con necesidad o incluso se la impide. El psiquiatra no solamente brinda tratamiento farmacológico, sino que funge como un orquestador que evalúa si se necesita atención de otras áreas como de un médico pediatra, un nutriólogo o un trabajador social y qué tipo de terapia requiere el niño(a), en general, hace una integración del caso para lograr los mejores resultados con un tratamiento integral.
El miedo a medicar a los niños también es un estigma al igual que pensar que va a generar tolerancia o se volverá adicto, sin embargo hay pocos medicamentos que se pueden utilizar en niños y son aprobados como seguros y confiables por diversas instituciones así que no generan adicción, tolerancia ni abstinencia. Es verdad que tienen efectos secundarios como provocar sueño, sin embargo, es cuestión solamente de cambiar el horario de toma del medicamento y hasta ayudará al niño(a) a descansar mejor. Además, el tiempo de toma del medicamento es limitado, generalmente durante 6 meses, y pasado este tiempo se le da de alta. Por todas estas razones no se debe tener resistencia a la solución que brindará salud mental a los pequeños.