Una de cada cinco recientes madres sufren depresión posparto y la mayoría de los casos no son diagnosticados. Por ello es de suma importancia combatir la ignorancia, informarse al respecto y acercarse al médico para preguntar sin miedo.
Por: Mosaico Medios
Existen muchos factores sociales que influyen y pueden generar propensión a sufrir depresión posparto. La maternidad ha sido idealizada socialmente en el sentido de que se percibe como el momento de plenitud de una mujer cuando tiene un hijo y no necesariamente es así, hoy las mujeres pueden decidir si ser madres o no. Hay muchas mujeres que al tener un bebé se dan cuenta de que no es como se lo pintaron, es decir, hay un choque entre lo idealizado y la realidad, lo cual genera un malestar por no sentirse la mujer más feliz del mundo al haber tenido a su bebé. En cambio sienten dolor, cansancio y muchas emociones que se contraponen a este ideal, esto las lleva a pensar que son mala mujer o madre mala porque no están cumpliendo ese ideal o no están felices. Hay otros casos en que es tal la búsqueda por tener un hijo(a) que cuando no se logra la pareja termina separándose pues es el objetivo desde un principio fue el de formar una familia, lo que lleva a una sensación de fracaso. El deseo de que un hijo(a) nazca de un determinado género y no se cumpla esta expectativa también puede contribuir a sentir fracaso y frustración.
Es común que no les crean a las mujeres cuando empiezan a externar que se sienten mal o tristes, hay una falsa creencia de que la depresión posparto es una moda que recientemente surgió o que ocurre porque ahora las mujeres disponen de más tiempo para estar pendientes de su cuerpo y sólo deberían continuar con su normalidad como si nada pasara. Sin embargo, es muy importante que no se descalifiquen estos sentimientos pues no nos debería dar pena hablar de lo que sentimos con nuestra familia. Es una realidad que no se puede continuar con la vida de manera normal pues el rendimiento y el funcionamiento bajan debido a que hay pérdida en la concentración cuando se presenta una depresión, por lo que aunque algunos piensen que no se pueden dar el lujo o no tienen tiempo de “estar tristes” y que pueden continuar con su trabajo y rutina, la sintomatología siempre se presenta de una u otra forma.
La primera recomendación cuando aparecen estos sentimientos es hablarlo. Los riesgos de no atender una depresión posparto incluyen que la depresión cada vez se va haciendo más fuerte y se puede llegar a convertir en una depresión mayor cuando la mamá se da cuenta de que está teniendo pensamientos negativos hacia el bebé como que “no debería de existir” o “quiere matarlo”. Las madres pueden tener pensamientos de autoagresión o dirigidas hacia el hijo. Es muy importante que la mamá pueda comunicar sus pensamientos y sentimientos negativos hacia el bebé con alguien sin temor.
El diagnóstico se hace a través de la clínica. Los médicos de primer contacto como el médico general, el ginecólogo y el pediatra son los primeros en atender a la mujer, pero el 50% de las pacientes no están diagnosticadas y esto tiene consecuencias graves posteriores. Por ello hay que atenderse con un especialista sin miedo.